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En la escena pública contemporánea, una de las causas más visibles del descontento hacia los regímenes democráticos, radica en su aparente incapacidad de abatir la desigualdad. Ésta parece haberse enquistado de tal forma que el orden actual se ase meja a las sociedades jerárquicas aristocráticas y estamentales con estructuras rígidas e inamovibles. A pesar de la promesa de libertades que la democracia trae consigo, el grado de desigualdad conlleva un déficit de capacidades y oportunidades para muchas personas que no pueden realizar sus planes de vida, participar en los órganos de decisión colectiva, ni controlar a quienes las gobiernan. Esta obra reflexiona sobre el valor de la igualdad y su relación con los sistemas políticos democráticos. Su propósito es contribuir a la discusión en tomo a la calidad democrática, en la que han prevalecido criterios cuantitativos, institucionalistas y formales. Ofrece una concepción de la igualdad política normativamente densa, pero que es coherente con el ideal predominante de democracia en la ciencia política contemporánea; a saber, su versión procedimental. Asimismo, defiende una versión compleja de dicho valor, que incluye, junto a la dimensión socioeconómica, otras cuestiones que impactan negativamente en el trato hacia ciertas personas y grupos, como son sus identidades de género, étnico-raciales, cultura, entre otras.
